
EVALUACIÓN
Neuropsicológica
La evaluación neuropsicológica consiste en un examen de las funciones cognitivas, conductuales y emocionales de una persona.
Es dirigida por un profesional de la neuropsicología, y su fin es comprender el impacto de posibles disfunciones o lesiones cerebrales que afectan el funcionamiento en su vida cotidiana.


¿Qué se puede diagnosticar con esta evaluación?
Adulto mayor:
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Trastornos neurocognitivos (debido a enfermedad de Alzheimer, Parkinson, vascular, frontotemporal...).
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Para evaluar el grado de deterioro neuropsicológico.
En general, ayuda a detectar el funcionamiento neuropsicológico (atención, memoria, percepción, lenguaje, funciones ejecutivas), conductual y emocional, que pueden verse afectados por alteraciones desde el nacimiento, o bien, por golpes por accidentes o eventos violentos, enfermedades, medicamentos, etc.
En niños y adolescentes:
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Problemas del aprendizaje (lectura, escritura y cálculo).
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Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
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Autismo.
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Problemas de conducta.
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Problemas de la comunicación, entre otros.
Adultos:
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Dificultades en la memoria y concentración.
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Problemas con el manejo emocional.
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Trastornos depresivos y ansiosos.
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Trastorno obsesivo-compulsivo.
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Bipolaridad.
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Trastornos de personalidad.
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Trastornos relacionados al estrés.
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Trastornos disociativos, entre otros.
¿Cuál es su objetivo?
Diagnosticar para realizar las intervenciones debidas que mejoren la funcionalidad y calidad de vida de la persona.
¿Cómo se realiza?
A través de entrevistas y aplicación de pruebas, para al final entregar un informe con los resultados obtenidos.
¿cuántas citas son necesarias para la evaluación?
Dependerá del caso, pero en general se requiere un aproximado de 5 citas para hacer todo el procedimiento. Usualmente las citas se programan de forma semanal.
¿QUé formas de pago hay?
* Contado
*Por pagos
¿Cuándo considerar evaluar en niños y adolescentes?
Cuando se observe:
Problemas de conducta (ira, desafía constante a las normas, agresividad, dificultades para seguir instrucciones, berrinches incontrolables).

Retraso en el desarrollo del lenguaje (no logra articular palabras o formar oraciones acorde a la edad que presenta), y/o motor (gateo, caminata, psicomotricidad...)

Dificultades continuas en el ámbito escolar, como problemas para comprender y aprender los contenidos, y para desarrollar el proceso de la lectoescritura.

Conductas inusuales como no ver a los ojos cuando se le habla, alto rechazo o selección de los alimentos, dificultades para adaptarse continuamente a los cambios, desinterés para socializar con los demás.
Problemas para prestar atención en clase y para permanecer sentado en su lugar, para relacionarse con sus compañeros y maestros.

¿Cuándo considerar evaluar en
adulto y adulto mayor?
Cuando se observe:
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Dificultades continuadas y progresivas en la concentración, atención y memoria.
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Posterior a un trauma craneoencefálico para evaluar el funcionamiento neurológico.
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Por desorientación olvidando que fecha y tiempo es, en dónde se encuentra y quiénes son las personas cercanas o la persona misma.
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Posterior a un evento cerebrovascular.
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Por problemas conductuales de agresividad e ira, o conductas inusuales.


